Viajes

Pacific Coast Highway, de Los Ángeles a San Francisco

Entre el cielo y la tierra /Road trip /Brisa de mar

 

La Ruta Nacional 1, también llamada Pacific Coast Highway, es una de las rutas panorámicas más bellas del mundo. El trayecto de 700 km que une a la ciudad de Los Ángeles con la de San Francisco es un imperdible de la costa oeste norteamericana. El azul profundo del Pacífico, la inmensidad de los bosques de secouyas y un zigzagueante camino que se abre paso entre montañas, campos florales, viñedos y bellas ciudades lo convierten en un trayecto  ideal para recorrer con la ventana baja, sintiendo la brisa y entregándose a los diferentes paisajes que ofrece la ruta que inspiró a Jack Kerouac.

A 150 km de Los Ángeles, entre las montañas de Santa Ynez, se encuentra Santa Bárbara, conocida como la “Riviera de California” por su microclima cálido y seco, semejante al del Mediterráneo. Es una ciudad elegante con construcciones bajas de estilo colonial español, con tejas rojas y muchas Santa Ritas florecidas que trepan desde los jardines. Las playas, bordeadas por hileras de palmeras, son amplias y tranquilas y guardan cierta similitud con las de Santa Mónica, sobre todo por el extenso muelle Stearns Wharf que propone una gran oferta gastronómica. La zona principal de compras y entretenimiento está sobre la calle State, que arranca a unas pocas cuadras de la costa. Otro de los grandes atractivos es trazar un recorrido por los alrededores de la ciudad para disfrutar del paisaje de campos florales y viñedos, y por qué no, visitar alguna de las bodegas locales. En este trayecto por la Ruta 154, a unos pocos minutos de Santa Bárbara, se puede hacer una parada en Solvang, una pequeña colonia danesa fundada en 1911 en cuyo centro hay restaurantes, cervecerías y panaderías donde ofrecen  gastronomía típica del país europeo. Un poco más adelante, cerca de la ciudad de San Luis Obispo se puede hacer un desvío hasta el exótico Madonna Inn, un hotel 4 estrellas con decoración kitsch con 109 habitaciones decoradas todas de forma distinta entre las queestán la suit austríaca, que simula el cuarto del palacio de Anastasia o la habitación del hombre de las cavernas,  un viaje a una cueva prehistórica.

Cerca del pueblo de San Simeon nace un desvío que bien vale la pena tomar. Son unos pocos kilómetros de la costa para visitar el Hearst Castle. Esta majestuosa obra, diseñada por Julia Morgan –conocida por ser la primera mujer diplomada como arquitecta en el mundo-, fue construida por el magnate de prensa William Randolph Hearst entre los años 1919 y 1947.Durante ese período, el multimillonario recibió a muchas celebrities de Hollywood como Charles Chaplin, Cary Grant y Joan Crawford; luego de su muerte, los herederos la donaron al Estado de California. La mansión cuenta con 52 habitaciones, 61 baños, 19 salones, piscinas cubiertas, bellísimos jardines, un cine, un aeródromo, y lo que queda de lo que supo ser el zoológico privado más grande del mundo que hoy solo conserva algunos pocos animales.

 

De nuevo en la ruta, Big Sur es un tramo de 70 km y el más famoso del camino por la belleza de sus vistas y paisajes. Está repleto de puntos miradores desde los que contemplar la imponente vista de la costa acantilada del Pacífico y el bosque de secouyas.  Uno de ellos es el restaurante Nepenthe, ubicado al pie del acantilado con una vista inigualable desde su terraza. Una parada recomendada: MacWay Fall, una pintoresca cascada que cae al mar al costado de una pequeña playa.Otro punto emblemático -y de los más fotografiados- es el Bixby Creek Bridge, obra famosa de ingeniería que se inauguró en 1932 y hasta el día de hoy sigue sorprendiendo por sus dimensiones y el imponente paisaje que la rodea.

El recorrido sigue hacia Carmel-by-the-Sea, un pueblo encantador con casas escondidas entre los árboles que parecen salidas de un cuento de hadas y playas de arenas blancas. En esta zona es recomendable recorrer el trayecto de 17-mile Drive, una curiosa carretera privada que se extiende entre Carmel y Monterey, y cubre buena parte de la costa de la península. Allí se encuentra Pebble Beach, uno de los barrios más caros y exclusivos del país, junto con algunos de los mejores clubs y campos de golf. Vale la pena entrar a conocer o visitar  alguno de sus lujosos restaurantes. La última parada antes de llegar a San Francisco es Monterey. Si bien la ciudad no es llamativa, vale la pena visitar su increíble acuario que cuenta con más de 600 especies en exhibición y es uno de los más reconocidos del mundo.

Más información:

www.hearstcastle.org

www.pebblebeach.com/17-mile-drive

www.montereybayaquarium.org